¿De héroe a villano?........

Lo pronostiqué hace algún tiempo, que como siguiera hablando de esa forma, y ahora en este caso escribiendo, iba a pasar de héroe a villano, en menos que canta un gallo, y así se está cumpliendo con todas las declaraciones y escritos del Sr. Neira.

Un Sr., que había caído muy bien su gesto a todos los españoles y que todos hablábamos bien de él, menos el entorno de su agresor, y ahora resulta, que todo se está volviendo en su contra, por sus gestos, sus formas de hablar y de escribir.

La verdad, estaba con él y lo sigo estando en cuanto a su actuación el día que fue agredido por Antonio Puerta, pero no puedo estarlo ahora con su forma de actuar, pensar y hacer, y es que no sé, si esto se debe a la situación que pasó, y ahora pues no está bien, o es que ya era así antes, si es por lo primero, tiene una disculpa, si es por lo segundo, lo veo malo, malo, creo que le hubiera venido mejor la prudencia y la discreción con ciertas declaraciones por él realizadas, y es que no es que solo yo piense ahora así, es que mucha gente también lo está pensando, y como siga por ese camino, habrá mucha más gente, y la verdad que es triste que una persona pase de héroe a villano en tan poco tiempo, pero bueno como se suele decir, cada uno recoge lo que siembra, y de verdad lo siento mucho, yo lo defendía a capa y espada, pero dudo ya de defenderlo ahora de la misma manera, no sé tampoco, si esto sale todo de él, o por lo contrario y desgraciadamente, si lo están manipulando, no lo sé.

Por favor, Sr. Neira, por su propio bien, cambie, cambie y denuncie, a parte de a su cobarde agresor, también a los servicios médicos de la Comunidad de Madrid, por las tres o cuatro negligencias médicas graves que con usted se han cometido, porque si no lo hace, solo me queda y muy a mi pesar, darle la razón a mucha gente que en su día comentó y comenta que usted ha sido comprado, y lo peor de todo, si usted, a sabiendas, se ha dejado comprar, espero de corazón que no sea así, porque si no, con el tiempo lo veremos, ya que el tiempo, y solo el tiempo, pone a cada uno en su sitio.

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