El amor en los mayores.

En este mundo que vivimos, donde lo material está por encima de las personas, donde los intereses particulares están por encima de los generales, donde la hipocresía está presente constantemente en nuestras vidas, donde en muchas ocasiones a la gente de edad las apartamos porque molestan, creemos que no sienten, ya sea dolor, angustia, malestar y sobre todo amor.

¿Existe el amor en la gente denominada “mayor”?, yo puedo asegurar que si, incluso amor pasional, distinto evidentemente al amor de juventud, pero amor a fin de cuentas, ¡porque en ocasiones nos resistimos a aceptar que la gente mayor se pueda enamorar!, y seguro que ese amor es más fuerte, más duradero que el juvenil, se vive de otra manera, en esas edades no hay tiempo para perder, por eso se aprovecha mucho más, se vive con más intensidad, sobre todo cuando son amores renovados o dormidos durante años, que se despiertan un día con cierta intensidad y que lo quieren aprovechar al máximo, se vuelve a sentir esas sensaciones que seguramente tenían escondidas, olvidadas y que vuelven a ver la luz al cabo de los años, aunque estos estén separados por la distancia, dejemos que la gente con cierta edad se vuelva a enamorar, que viva su vida, ¿Porqué no?.

Un comentario de Gustavo de Álvaro y que copio, porque dice un poco del amor de las personas mayores y la hipocresía de nuestra sociedad.

La complicidad, afanosamente esculpida a lo largo de toda una vida, con fracasos, éxitos y tiempo perdido, llega a ser con las personas mayores, una maravilla y, con los recovecos de sus intimidades, el más poderoso afrodisíaco.
Las personas mayores no alardean de sus relaciones íntimas, pero llevan escrito en la cara un inmenso orgullo y satisfacción que, en muchos casos, sólo lo perciben otras personas de su misma edad y que "están en el secreto".
Secreto que es otra característica del amor entre personas mayores y que puede llegar a ser un incentivo más; algo así como una aventura juvenil. La sociedad ha establecido como aceptable, digno y merecedor de alabanzas, el que un matrimonio o pareja de personas mayores se muestren felices juntos; pero de ninguna manera puede aceptar y normalmente lo considera una depravación si la pareja o el matrimonio dicen que son felices porque, entre otras cosas, disfrutan con la unión de sus cuerpos.

A veces hay hijos que se oponen o resisten a que sus padres se vuelvan a enamorar, piensan que eso es cosa de jóvenes, ¡que equivocados están!, incluso ven ridículas palabras que puedan decir ellos, como, te amo, te quiero, palabras que parecen estar reservadas a los jóvenes, como si fueran de su exclusividad, incluso que se besen con frecuencia y nada más lejos de la realidad, son palabras, hechos y comportamientos que salen del sentimiento, y los sentimientos no tienen edad, o se tienen o no se tienen.

Que bonito es ver a esas personas mayores cuando están paseando cogidos de las manos o abrazados, como de dos jóvenes se tratara y otros nos quedamos mirando como si pensáramos en el ridículo que pueden estar haciendo, cuando el verdadero ridículo lo hace la gente que piensa así, el amor no tiene edades, el decir te quiero, te amo, tampoco tiene edades, dejemos a esta gente “mayor” que vivan sus sentimientos, que los expresen, como si gritan al aire su amor, seguro que la vida se les hace más y mejor, y creo que no hay nada más bonito, que ver a dos personas enamoradas y felices, independientemente de su edad.