Y al final llegó nuestra última etapa. Como siempre, quedamos en la parada del bus de Ares, a las 08,00 h., para dirigirnos al lugar de partida, Puente Ulla, donde terminamos nuestra 4ª etapa. Antes de empezar, nos tomamos los cafelitos y pastelería surtida en el restaurante donde habíamos comido la vez anterior. Sobre las 10,00 h de la mañana empezamos nuestra caminata para hacer los últimos 23 kms. que nos separaban de Santiago de Compostela, con un sol de justicia y 14º de temperatura, idónea para empezar a caminar, aunque a lo largo de la mañana iría subiendo la temperatura considerablemente. En esta etapa, se apuntaron más caminantes y también dos ciclistas, Lucía y Gloria, que nos acompañaron a Lui y a mi, todos miembros del Comando Karacola, estuvimos bien escoltados y no faltaron las risas y el buen humor.
Empezamos la caminata con una pequeña subida de unos dos kms., suave y bien llevadera, esta sería la única dificultad del camino, el resto, podríamos considerarla fácil, sin olvidarnos, que aunque sean fáciles los caminos, hay que estar acostumbrados a caminar. El sol empezaba a apretar un poco más, se veía a la gente contenta, con humor e incluso me atrevería a decir que se les notaba un sabor a poco, normal en estas situaciones cuando ya se está realizando la última etapa, y más todavía si la experiencia fue agradable y positiva, como siempre no nos podían faltar Gela y Jesús, pendientes de nosotros en todo momento.
Como ya decía antes, esta última etapa se presentó sin ninguna dificultad, los 23 kms. se hicieron, por cierto, bastante rápidos, como si la gente tuviera ganas de llegar rápido a Santiago. El grupo se disgregó enseguida, aunque en los avituallamientos y paradas nos volvíamos a reunir. Lo más destacable del camino, la Capilla de Santiago con su Fuente Barroca, que data del siglo XVII, en la Parroquia de Vilanova, perteneciente al Concello de Vedra.
Fueron pasando los kilómetros, ya nos faltaba poco para llegar al restaurante donde comeríamos antes de llegar a Santiago. Aún no eran las dos de la tarde, y con 27º de temperatura, el calor se notaba, aprovechamos para tomar unas bebidas fresquitas y algún aperitivo. Sobre las 14,30 h. entramos en el comedor, para degustar un buen churrasquito como despedida de nuestra Peregrinación a Santiago de Compostela, junto con los cafés y por supuesto sin faltarnos los chupitos. Teníamos muchas ganas de fiesta, desde hacer la ola sentados alrededor de la mesa hasta cantar y bailar. Se nos iba acercando la hora de retomar el camino, aún nos quedaban 4 kms. para llegar a Santiago.
Estos últimos kilómetros los hicimos todos juntos, charlando, hablando de nuestras experiencias vividas en el camino, y por supuesto cantando cuando entramos en las calles de Santiago, con picos de 31 º de temperatura alrededor de la 6 h. de la tarde. Se veía muy buen ambiente por Santiago, sumado al nuestro, ya que entramos por la Plaza del Obradoiro todos juntos y cantando, no sé si era de la alegría o de los efectos de los chupitos tomados con anterioridad, jeje, el caso que todos estábamos contentos y alegres, nuestra peregrinación había terminado, unos fueron a sellar la Compostelana, otros nos dedicamos a hacer fotografías con la Catedral como fondo, y por supuesto a tomarnos en las terracitas algo fresco, parecía que estábamos en pleno verano.
A eso de las 19,30 h. nos fuimos dirigiendo hacia el autobús, estaba llegando la hora de volver para Ares y así concluir nuestra aventura de 5 días de peregrinaje. Una vez todos en el autobús, emprendimos el regreso, sin faltar nunca las risas, los chistes, el buen humor, así como los cantos. Llegamos a Ares sobre las 21, 00 h., despedidas, besos, abrazos y quedando para la próxima experiencia que será seguramente la Cenandaina para el mes de Octubre.
Resumiendo, 5 etapas, todas bonitas, las dos primeras quizás las mas duras, las otras tres, más llevaderas, pero siempre nos acompañó el buen tiempo, y por supuesto, el buen humor y el buen ambiente creado por todos los participantes de este Camiñares 2011, entre Ourense y Santiago.
A todos vosotros, senderistas, ciclistas y organización, gracias por estos cinco días, donde la experiencia, el andar, el camino, el buen humor, el buen ambiente y sin olvidarnos del tiempo que se alió en esta ocasión con nosotros, hicieron de todo esto una mezcla de compañerismo, amistad y saber hacer que no se olvida fácilmente, al menos en mi caso, era mi primera vez, mi primera experiencia y salgo contento del trato recibido por todos vosotros.
A todos, gracias, primero en nombre de Bimares y segundo en el mío propio, de nuevo gracias a todos y nos vemos en el camino.
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