Despedida a Rafael Castro Estévez.

 

Adiós Don Rafael
Hoy Ferrol, amigos y todos los que conocíamos a Rafael Castro Estévez, junto con su familia, estamos de luto.
Rafael nos ha dejado a la edad de 103 años. Persona muy vinculada a la vida social y cultural de Ferrol, “Socio de Honor del Club Ciclista Ferrol”, y gran ciclista en los años 30 y 40.
Me acuerdo de aquellas charlas que teníamos en su casa o en su despacho de la Cocina Económica, cuando era su Presidente, poniéndome al día de cómo funcionaba el ciclismo en aquellos años, y que gracias a ello, pude hacer algunos artículos de la historia del ciclismo en Ferrol.

Persona afable, generosa y con una memoria increíble, me iba describiendo aquel antiguo ciclismo, incluyendo con detalle sus fechas.

Gracias Don Rafael por compartir conmigo sus vivencias, y sus fotografías, que las guardo con mucho cariño.

Comparto una entrevista que le hice en el año 2003, y algunas de sus fotos.

Descansa en paz Rafael.

 

ENTREVISTA

FECHA DE NACIMIENTO: 11 de Mayo de 1.922

LUGAR DE NACIMIENTO: Madrid

LUGAR DE ADOPCIÓN: Ferrol, (desde los seis años)

LUGAR DE TRABAJO: Jubilado de Astano, (jefe de 1ª superior)

AFICIONES: El Deporte y el Arte, (y especialmente el ciclismo y la pintura)

LUGAR DE RESIDENCIA: Ferrol

DATOS BIOGRÁFICOS

Actual presidente de la Cocina Económica, vicepresidente del "Real Coro de Toxos e Froles" y directivo de la Sociedad Filarmónica Ferrolana, fue un consumado ciclista ferrolano en la segunda mitad de los años treinta, perteneció al equipo ciclista S.E.U., (Sociedad Española Universitaria), formado por estudiantes universitarios, en 1.938 obtuvo la medalla de bronce en los campeonatos gallegos celebrados en Vigo, quedando detrás de los hermanos de Ponteareas Delio y Emilio Rodríguez, (ganadores de vueltas ciclistas a España), en 1.939, obtiene la medalla de plata en los campeonatos gallegos de ese año celebrados en Orense.

En los años cuarenta, funda el Comité Ciclista Ferrolano, que era el encargado de organizar las llegadas a Ferrol de las Vueltas Ciclistas a Galicia y a España.

Destacado pintor local, con una larguísima trayectoria artística desde sus primeros cuadros, dos carboncillos pintados en el año 1.933, hasta el día de hoy, que a sus 80 años todavía no ha parado de pintar, y que, con la celebración de sus 73 exposiciones nacionales e internacionales, dice mucho de este genial artista y de su mejor faceta humana que es Rafael Castro Estévez; gracias por esas estupendas y magnificas charlas, donde uno aprende lo que era ese antiguo ciclismo local, tan olvidado en nuestra ciudad, y donde nosotros, los jóvenes aficionados, nunca hemos sabido darle el valor y el justo reconocimiento merecido de aquellos antiguos jinetes del acero.

 

En aquellos difíciles años 30, ¿Porqué te decidiste por la bicicleta?

Mi padre tenía un quiosco-librería, donde paraban chicos en bicicleta y fui cogiendo confianza con ellos, además de tener a mi alcance las revistas deportivas de la época, donde venía la información de la Vuelta Ciclista a Francia y más tarde a España, y así, poco a poco fui cogiendo esa afición por la bicicleta; aunque si digo la verdad, es que ni yo mismo sé como empezó esa afición, pues lo mío era el fútbol, y según se decía lo hacía bastante bien.

 

¿Como fueron tus comienzos?

Fueron bastante difíciles, primero era convencer a mi padre para que me comprase la bicicleta, al cumplir 14 años me la compró y al poco tiempo empezó la Guerra Civil, a consecuencia de ello, se paralizaron muchas actividades deportivas, aunque ya en el año 1.937 se empezaron a realizar carreras ciclistas, que las organizaban dos señores (Severo y Moreno, este último antiguo boxeador local), que tenían por aquel entonces garajes de bicicletas.

 

Un ídolo de tu época.

He tenido varios ídolos, como fueron los hermanos Vicente y Fermín Trueba, Julián Berrendero, aunque mi ídolo preferido era Delio Rodríguez, ya no solo como ciclista, si no también como grandes amigos que éramos.

 

Como era tu bicicleta, ¿cuanto pesaba?

Era una BH, con accesorios de duraluminio, que por aquella época empezaba a salir, el cuadro era de hierro, y en la rueda trasera tenía dos piñones, uno a cada lado del eje, uno que lo usaba para subir, y el otro para bajar y llanear. ¡Su peso!, no lo recuerdo exactamente, pero desde luego pasaba bien de los diez kilos.

 

Un recuerdo deportivo que no olvidas.

Los éxitos de Delio Rodríguez, y a nivel personal mi subcampeonato gallego en Orense en el año 1.939, porque desde luego no me lo esperaba.

 

Teniendo unas buenas condiciones como tenías para la bicicleta, ¿porque lo dejaste tan pronto?

Fueron las circunstancias las que me obligaron a dejarlo, cuando llegó la época del racionamiento, en mi casa éramos 14 personas a comer, y así, yo ya no podía alimentarme como había que alimentarse para dedicarse a la bicicleta, luego al poco tiempo hubo que añadirle los paseos, las chicas, la novia, y al final se fundó ASTANO y empecé a trabajar en el astillero Fenés.

 

¿Cual era tu punto fuerte en la bicicleta?

Me consideraba un escalador, ¿y tu punto débil?, nunca tuve esa sensación de tener un punto débil, pues cuando me encontraba en forma, me defendía bien en todos los terrenos, incluso sprintando.

 

Cuando estabas en el equipo S.E.U., recibíais algún tipo de apoyo, ayuda, subvención...

Si, si..., en mi primer campeonato gallego en Vigo, no, pues fui por mi cuenta, aunque apoyado por los garajistas Severo y Moreno, pero ya a partir de aquel año y en el S.E.U. nos pagaban todos los gastos y los desplazamientos.

 

Como te desplazabas para ir a las pruebas ciclistas.

Íbamos en tren o en autobús, me acuerdo de una anécdota de cuando iba a correr el campeonato gallego a Vigo en el año 1.938, iba en el autobús y llevaba la bicicleta arriba en la baca, y es que íbamos tan lento, tan lento, que me daban ganas de bajarme coger la bicicleta y seguir yo en ella, aunque hay que reconocer que por aquel entonces las carreteras estaban en un pésimo estado.

 

Una vez de que dejaste la competición, y fundas el Comité Ciclista Ferrolano, ¿era difícil organizar las pruebas ciclistas?, ¿había apoyos oficiales a estas pruebas?.

Difícil no era, y apoyos oficiales no había, aunque si destacar que siempre tenía la colaboración del Ayuntamiento, pues me facilitaba la meta, palcos de madera y guardias para establecer el orden en la llegada.

 

Y para terminar con una respuesta difícil. En aquellos años de ciclista, que pesaba más, tu afición por la bicicleta o por la pintura.

Por supuesto que la bicicleta, pues más que afición era pasión y me consideraba con condiciones para haber sido un buen ciclista, pero en fin, como ya relaté antes, así sucedieron las cosas y fue naciendo en mi otra gran afición que ya venía un poco de la época del colegio con la asignatura de dibujo como fue y como es, la pintura.

 

 

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